Marine Stewardship Council (MSC) acoge con satisfacción las conclusiones del estudio de The Blue Food Assessment
Según Marine Stewardship Council (MSC), la organización sin ánimo de lucro responsable del programa de certificación de productos pesqueros sostenibles más importante del mundo, el estudio de Blue Food Assessment (BFA) publicado el pasado mes de septiembre envía a los legisladores un mensaje alto y claro: deben actuar ya si queremos que las generaciones futuras puedan beneficiarse de la revolución de los alimentos azules.
El informe ofrece una de las revisiones más completas realizadas hasta la fecha en torno al papel que los alimentos azules pueden desempeñar para hacer frente a la suma de retos que plantean el cambio climático, el desarrollo sostenible y la malnutrición. Ahora que la demanda mundial de alimentos azules va prácticamente a duplicarse en 2050, gestionar los recursos de nuestros océanos de forma sostenible puede beneficiar a la población y al planeta.
Según destaca BFA, aunque el papel de la acuicultura es cada vez más decisivo, para poder alimentar a una población en aumento también es indispensable gestionar las pesquerías de captura del mundo de forma sostenible, lo cual posiblemente también sirva para reducir la huella ambiental que generan las proteínas de origen animal en comparación con la producción en tierra.
Esta investigación demuestra que si todas las pesquerías de captura adoptaran prácticas sostenibles, se podrían capturar 16 millones de toneladas más al año [1] y, según sugieren los análisis de MSC, se podrían cubrir las necesidades de proteínas de unos 72 millones de personas más en todo el mundo [2]. Es importante contar con una gestión pesquera efectiva, como así lo ha demostrado la recuperación de ciertas poblaciones de peces como son, por ejemplo, algunas especies de atún con valor comercial [3], la merluza negra [4], el bacalao de Islandia [5] y la anchoa del Cantábrico [6].
A nivel mundial, sin embargo, el porcentaje de poblaciones de peces que sufren sobrepesca está aumentando año tras año, un 34% están sobreexplotadas más allá de los límites de sostenibilidad [7]. El cambio climático también está planteando nuevos retos para algunas de las pesquerías mejor gestionadas del mundo. Numerosos gobiernos están teniendo dificultades para ponerse de acuerdo sobre cómo reasignar sus cuotas de pesca e impedir la sobrepesca, ya que las poblaciones de peces se distribuyen atravesando sus fronteras geopolíticas. La reciente suspensión de la certificación de sostenible a las pesquerías de caballa, arenque y bacaladilla del Atlántico nororiental constituye el ejemplo más claro [8,9].
Erin Priddle, directora de MSC para el norte de Europa ha declarado que: “El estudio de Blue Food Assessment muestra el enorme potencial que tienen los alimentos azules, tanto de cultivo como de captura, para alimentar a una población mundial en constante aumento. Es esencial, sin embargo, que este crecimiento sea sostenible y esté bien gestionado.
A tan solo nueve años de la fecha límite de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, ha llegado el momento decisivo para que actúen los legisladores. El cambio climático, el crecimiento demográfico y la sobrepesca están convergiendo para generar una tormenta perfecta que amenaza la futura salud de nuestros recursos marinos y de los miles de millones de personas que dependen de ellos. Los gobiernos tienen la responsabilidad, en nombre del interés general, de proteger nuestros océanos para la generación actual y para las generaciones futuras. Sin embargo, vemos que la gestión internacional de las pesquerías está bajo presión mientras los gobiernos se esfuerzan por alcanzar un consenso en torno a cómo compartir las poblaciones de peces conforme a importantes limitaciones de índole científica. Si hacemos caso a la ciencia, la experiencia nos muestra que podemos sacar provecho del potencial del océano para alimentar y sustentar a miles de millones de personas a la vez que protegemos su increíble biodiversidad. Pero no debemos esperar hasta que sea demasiado tarde”.
Referencias
[3] Las especies de atún se recuperan a pesar de las crecientes presiones sobre la vida marina | UICN
[4] La lubina de Chile: cómo se salvó la merluza negra |MSC (en inglés)
[5] Islandia: Un esfuerzo olímpico para lograr una pesca sostenible (en inglés) |MSC
[6] La anchoa del Cantábrico (en inglés) |MSC
[7] Actualmente, más de un tercio de las poblaciones de peces sufre sobrepesca. En 1974, en cambio, el porcentaje de sobrepesca era del 10%. Informe SOFIA de la FAO, 2020
[9] Urge actuar a nivel internacional para proteger a las poblaciones de arenque y bacaladilla (en inglés) |MSC